El Tribunal Superior de Justicia (STJ) denegó la solicitud de un hombre que buscaba sustituir la tutela por un sistema de toma de decisiones con apoyo (SDC) porque no existían pruebas de una mejora en su estado de salud. La solicitud fue presentada por el hijo del menor, pero el tribunal determinó que no existían pruebas suficientes para justificar el cambio, confirmando así la decisión del Tribunal de Justicia de São Paulo (TJSP).

El hombre fue puesto bajo tutela en 2016 tras sufrir un derrame cerebral y perder la capacidad para realizar transacciones comerciales y de propiedad. La ministra Nancy Andrighi enfatizó que la tutela solo puede revocarse si la persona recupera su capacidad o demuestra una mejoría significativa. También enfatizó que la tutela no puede imponerse sin el consentimiento del interesado y sin evaluar si los tutores designados son idóneos para el cargo.

Este caso refuerza la necesidad de pruebas concretas para modificar la tutela y la importancia de la autonomía de las personas con discapacidad. El Estatuto de las Personas con Discapacidad establece mecanismos para garantizar el respeto de la voluntad de quienes se encuentran bajo tutela, pero la decisión del Tribunal Superior de Justicia (STJ) indica que el cambio de tutela debe evaluarse cuidadosamente, considerando siempre las circunstancias de la persona y su capacidad real de decisión.